Un maestro del Arte de la Espada recibió un día a un buen amigo, en su casa. Después de comer y de tomar el té, el visitante preguntó al maestro por los tres hijos de éste, y por sus cualidades en el Arte de la Espada.
El maestro, levantándose, puso, sobre la puerta de la estancia, un pequeño objeto de madera. Entonces, llamó al hijo menor y le hizo entrar.
El hijo menor abrió la puerta, dió un par de pasos para acercarse a su padre y al invitado, y, entonces, sintiendo que algo caía a su espalda, desenvainó su katana, giró sobre sí mismo y cortó el objeto de madera de un solo tajo antes de que éste tocara el suelo, todo ello a gran velocidad.
- Como ves, todavía le falta mucho que aprender - dijo el maestro a su amigo.
El maestro hizo retirarse a su hijo menor, volvió a colocar un objeto de madera sobre la puerta, y llamó al hijo mediano.
El hijo mediano fue a entrar en la sala pero, al abrir la puerta, sintió la presencia del objeto, dejó que este cayera y, desenvainando la espada, lo cortó en dos.
- Mi hijo mediano ya está en la Vía, pero todavía le falta mucho camino por recorrer, afirmó el maestro.
Se retiró el segundo hijo y el maestro volvió a colocar un objeto sobre la puerta. Entonces llamó al hijo mayor.
El hijo mayor se acercó a la estancia, percibió el objeto, abrió la puerta con cuidado y, sin dejarlo caer, lo tomó con sus manos, entró, y volvió a ajustar la puerta, colocando el objeto sobre ella.
El maestro, orgulloso, dijo a su amigo, mi hijo mayor, está en la Vía.
MEDITACIÓN: Antes de tomar alguna accion, por muy logica que esta sea, hay que detenerse un momento a considerar el resultado de dicha accion y asi elegir el mejor camino posible aun si es diferente de lo que se esperaría.
El maestro, levantándose, puso, sobre la puerta de la estancia, un pequeño objeto de madera. Entonces, llamó al hijo menor y le hizo entrar.
El hijo menor abrió la puerta, dió un par de pasos para acercarse a su padre y al invitado, y, entonces, sintiendo que algo caía a su espalda, desenvainó su katana, giró sobre sí mismo y cortó el objeto de madera de un solo tajo antes de que éste tocara el suelo, todo ello a gran velocidad.
- Como ves, todavía le falta mucho que aprender - dijo el maestro a su amigo.
El maestro hizo retirarse a su hijo menor, volvió a colocar un objeto de madera sobre la puerta, y llamó al hijo mediano.
El hijo mediano fue a entrar en la sala pero, al abrir la puerta, sintió la presencia del objeto, dejó que este cayera y, desenvainando la espada, lo cortó en dos.
- Mi hijo mediano ya está en la Vía, pero todavía le falta mucho camino por recorrer, afirmó el maestro.
Se retiró el segundo hijo y el maestro volvió a colocar un objeto sobre la puerta. Entonces llamó al hijo mayor.
El hijo mayor se acercó a la estancia, percibió el objeto, abrió la puerta con cuidado y, sin dejarlo caer, lo tomó con sus manos, entró, y volvió a ajustar la puerta, colocando el objeto sobre ella.
El maestro, orgulloso, dijo a su amigo, mi hijo mayor, está en la Vía.
MEDITACIÓN: Antes de tomar alguna accion, por muy logica que esta sea, hay que detenerse un momento a considerar el resultado de dicha accion y asi elegir el mejor camino posible aun si es diferente de lo que se esperaría.
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